martes, 6 de abril de 2010

Un retrato de Colombia


... En un banco de un parque de Medellín un hombre viejo conversa con un compadre, mientras la ciudad se mueve y cambia, mientras la vida pasa. El viejo, sin embargo, quiere que todo siga igual. Para fijar el tiempo lleva una libreta en la que anota los nombres de los muertos que ha conocido en vida. Ya suman 657 y quiere llegar pronto a los 700....

Esa es la trama del último libro El Don de la vida (Fernando Vallejo), cuyo título me suena contrapuesto al contenido del libro ya que su título (valga la redundancia) habla de la vida y el libro trata en realidad sobre el amor, pero mas concretamente sobre la muerte, lo que significa que el "Don de la vida", no es tal, si no mas bien el miedo a la muerte (dentro del texto literario) y aunque aún no ha llegado a Nicaragua, ya estoy buscando como bajármelo.

Frases crudas de realismo intimo salen de la boca de su autor, respecto al contenido de su obra tales como: “Lo único que me interesa es mi muerte. No estoy seguro de que esté muy vivo porque uno se muere de a poquito” o bien “ No le veo ninguna razón a la vida y por eso no la puedo defender", ..... mi brother K-5 quizás se sentirá identificado con estas aseveraciones, por lo tanto lo recluto desde ya para que se sume a la lista de lectores.

Mas particularmente, yo me siento atraída a otra frase inmejorable del señor Vallejo: “El amor es una quimera de un solo sentido como la flecha, que sólo tiene una punta, no dos. ¿Cuándo ha visto usted una flecha que vaya y venga? El amor es para darlo, no para pedirlo. No pida amor. Delo, si tiene. Y si no, pues no”. Que bárbaro!!

Este colombiano que es capaz de parir intelectualmente semejantes frases, también fue capaz de donar el dinero obtenido por un premio Romulo Gallegos, a una perrera fuera del territorio colombiano. Otra vez, que bárbaro!!


La tuani

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