Casi nada ha transcurrido entre la captura de estas dos fotografías, solamente 110 años de la historia de León Santiago de los Caballeros, lugar y cede en donde se firmó el acta de independencia de Nicaragua.
Hablar de León es degustar la historia, es disfrutar de obras arquitectónicas, es deleitarse con el cuento de Arrechavala y soñar con encontrar en tu casa una botija, es divertirse con la sola idea de que vas a encontrar el punche de oro en Sutiaba (lugar en donde cambien se cocinan los mejores nacatamales de Nicaragua), es reír a carcajadas con las coplas que canta y baila el Pepe cabezón y la Gigantona, es verdadero fervor al vestirte de luz en la procesión de San Benito el Lunes santo.
Solo los leoneses sabemos donde vivió Oliverio Castañeda y cual es el verdadero apellido de la familia a la que alude Sergio Ramírez en Castigo Divino, que la mejor purísima es la nuestra y que a los gofios no se les hecha gengibre (como acostumbran hacer los managuas o los masayas), que las cervezas mas heladas solo las sirven en La Taberna, que pasar por la Paz Centro o Nagarote y no comer quesillo es pecado, que las mejores boquitas son las del Lobito Bar, que las mejores leche burra siguen siendo las de Prío, que sentarte en la pila del parque central con los brotheres es refrescante y desestresante, que el "rin" de la León Dorado es la mejor torta de Nicaragua, que escaparse a Poneloya en un dia normal de clase es religioso, que ir a ver el toro encuetado en la alborada de día de La Merced es de rigor, que la calle real es la calle real aunque ahora se llame Ruben Dario .... y podría continuar mencionando mas, muchas mas cosas, pero en fin que: "por todo el oro del mundo, no cambiaría mi Léon ...."
La tuani
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