Pues no se yo si este aparatito que fue ideado para que las mujeres puedan aliviar su vejiga al estilo masculino, o sea de pie, sea efectivo.
Estos asuntos de igualdad en algunos aspectos entre los géneros en ocasiones se pasan de la raya, aunque reconozco que para nosotras es vergonzosamente imposible pasar inadvertidas cuando tenemos una urgencia urinaria justo en mitad de la vía publica.
Todo lo contrario de los señores que pueden arrimarse a cualquier pared, árbol, esquina e incluso ventana de algún vehículo y vaciar lo que permitan y necesiten sus riñones, sin que llamen la atención.
Yo no lo compraría nunca, prefiero seguir haciéndolo a la antigua, en la soledad tranquila de algún baño decente.
La tuani
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