martes, 20 de abril de 2010

Fur Elise

http://tinysong.com/6Jk3

En la época de los 80, había un cine en el centro de Managua que se llamaba el Margot, quedaba escondido en los escombros e ir a ver películas de noche allí era un poco chiva, pero chiva para los 80, o sea que por lo menos podías ir. Hoy día si pasas por los escombros en la noche te pelan vivo y si te les pones al brinco te palman.

Antes de que me fuera a la guerra, a mi me cuadraba caminar en el atardecer por los escombros, cerca de ese cine que quedaba en un edificio verde, de los pocos que logro sobrevivir el terremoto del 72. No se por que, talvez era por que era un maje que me la daba de alusin o como decía un brother- era loco y la cara me ayudaba, pero el paisaje para mi era irresistible, era el cementerio de la vieja Managua, el lugar en donde quedo enterrada la novia del xolotlan para nunca mas resucitar de las cenizas que para siempre la sepultaron, me parecía algo apocalíptico una experiencia interplanetaria del otro mundo.

Supongo que se debe sentir igual el haber caminado por Sarajevo la capital bosnia después de la guerra serbia o stalingrado después del saqueo nazi. Me sentía como el hijo bastardo de Pedro Paramo, caminando sobre la ciudad de los muertos, una Managua que no llegue a conocer pero latía bajo mis pies.

Recuerdo que en aquellos tiempos tenía un walkman que le había bajado a un chele casposo sueco a cambio de unos cuantos petardos, los cuales eran escasos en aquellos tiempos revolucionarios y tenia unos casettes viejos y cuando me lanzaba mis caminatas por los escombros era escuchando esta obra maestra de Beethoven, Fur Elise, una composición que para mi era además de bella, tenebrosa, era el comienzo y el paisaje de las ruinas de la vieja Managua era el fin. Me lanzaba mi respectivo alacrán como a eso de las 5 y media, antes de entrar a mi turno de la noche de operador internacional a Telcor y me daba mi paseo escuchando esta rola. Es uno de los placeres que ya no se puede dar uno en Penefi.

No hay comentarios: